Oración de Entrega y Confianza en el Camino de Jesús

Oración de Entrega y Confianza en el Camino de Jesús



 Hijo amado, te invito a que cierres tus ojos y te sumerjas en la profundidad de tu alma antes de comenzar. En el silencio de tu interior, hallarás mi presencia, siempre dispuesta a escucharte, siempre cerca, como la brisa que acaricia tu rostro al amanecer. La oración es un encuentro íntimo, una conversación sincera entre tu corazón y el mío. No busques impresionar con elocuencia, sino abrir las puertas de tu ser con humildad. Ora así:


"Señor Jesús, tú que caminaste entre nosotros, conociendo nuestras alegrías y nuestras penas, te pido que ilumines mi sendero en este día que comienza. Tú, que sanaste corazones quebrantados y trajiste consuelo a los oprimidos, hoy te pido que entres en mi vida de la misma manera: con amor incondicional, con sabiduría infinita. En ti confío, Señor, pues sé que en tus manos está el destino de todas las cosas. Que mi corazón no se turbe ante las dificultades ni ante los desafíos que enfrento, porque confío en tu plan perfecto, aunque muchas veces no lo comprenda. Hazme entender, Señor, que los caminos de la vida no siempre son rectos, pero que en cada curva, en cada valle, estás tú, guiándome, sosteniéndome.


Señor, dame la paciencia para esperar cuando el camino se torne oscuro, y la fortaleza para seguir avanzando cuando el peso de mis preocupaciones sea demasiado para llevarlo solo. Que nunca me falte la fe para creer en tu promesa, ni la esperanza que me recuerda que después de la tormenta siempre llega la calma. Hazme como el árbol que, aunque sacudido por los vientos de la adversidad, permanece firme porque sus raíces están bien plantadas en la tierra. Así quiero yo, Señor, estar plantado en tu amor, para que nada, ni la angustia, ni la incertidumbre, puedan arrancarme de tu lado.


Enséñame, oh Jesús, a amar como tú amaste. A mirar a mis hermanos no con los ojos del juicio, sino con los ojos de la misericordia. Que en mi corazón no haya espacio para el rencor, sino que cada ofensa sea una oportunidad para ofrecer perdón. Ayúdame a ser un reflejo de tu luz en un mundo que tantas veces se sumerge en la oscuridad. Haz que mis manos no sean para sembrar división, sino para construir puentes de paz. Que mis palabras sean como el agua fresca que alivia el alma sedienta, y no como el fuego que destruye. Dame la sabiduría para saber cuándo hablar y cuándo guardar silencio, para que en todo momento mis acciones y mis palabras glorifiquen tu nombre.


Señor Jesús, dame un corazón generoso, dispuesto a dar sin esperar nada a cambio. Que no busque la gloria ni el reconocimiento de los hombres, sino que toda mi vida sea un acto de adoración a ti. Hazme sensible al dolor de los demás, para que no cierre los ojos ante el sufrimiento ajeno. Que mis manos sean instrumentos de tu paz, mis pies sigan tus pasos, y mi corazón esté alineado con tu voluntad. Que tu Espíritu me guíe en cada decisión que tome, y que en cada acto de mi vida sea evidente que soy un seguidor tuyo.


Ayúdame, Señor, a comprender que en esta vida todo es pasajero, y que lo único que realmente perdura es el amor que sembramos en los corazones de los demás. Que no me apegue a las riquezas de este mundo, que no ponga mi confianza en lo efímero, sino que busque siempre las cosas que tienen valor eterno. Que en lugar de acumular tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido los destruyen, busque acumular tesoros en el cielo, donde ni el tiempo ni el mal pueden alcanzarlos. Que mis prioridades estén siempre claras: amarte a ti sobre todas las cosas, y amar a mi prójimo como a mí mismo.


Señor, si en algún momento mi fe se debilita, si en algún momento el miedo se apodera de mi corazón, te pido que me recuerdes las veces en que has sido fiel conmigo. Recuérdame que en el desierto tú eres el agua viva, que en la tempestad tú eres la calma, que en el dolor tú eres el consuelo. Que nunca olvide, oh Jesús, que tú llevaste sobre tus hombros el peso de nuestros pecados, que cargaste con nuestras enfermedades, que sufriste para darnos vida en abundancia. Por eso, cuando el camino se torne difícil, ayúdame a recordar que tú ya has recorrido ese camino antes que yo, y que en cada paso estás conmigo.


Te pido también, Señor, que me des un espíritu agradecido. Que no me enfoque en lo que me falta, sino que aprenda a agradecer por todo lo que ya me has dado. Que cada amanecer sea una nueva oportunidad para darte gracias, y que cada atardecer sea una ocasión para reflexionar sobre tus bendiciones. Que en los momentos de alegría no olvide quién es la fuente de todo lo bueno, y que en los momentos de prueba pueda encontrar en ti la paz que mi alma necesita.


Finalmente, Señor Jesús, te pido que nunca me dejes caminar solo. Que siempre sienta tu presencia a mi lado, incluso en los momentos en que no te puedo ver ni sentir. Que en los días de sol y en los días de tormenta, mi confianza esté puesta en ti. Sé tú, Señor, mi roca y mi refugio, mi fuerza y mi salvación. Amén."


Recuerda, hijo mío, que la oración no es solo pedir, sino también escuchar. Guarda silencio después de ofrecer tus palabras y permite que mi Espíritu hable a tu corazón. En ese diálogo sagrado, encontrarás las respuestas que buscas y la paz que anhelas.

Oración de Entrega y Confianza en el Camino de Jesús Oración de Entrega y Confianza en el Camino de Jesús Reviewed by libros google on septiembre 20, 2024 Rating: 5

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